Breve explicación de porqué al yucateco le asusta lo nuevo; pero ante todo aspira a lo nuevo.
En el momento en que usted lea esta columna, querido y apreciable lector, cientos de ciudadanos de la ciudad de Houston Texas, están accediendo a la página del sitio del parque Minute Maid, casa de los Astros de Houston, titulada Houston Astros Parking Tickets a fin de que el aficionado con vehículo pueda estacionarse en los alrededores para ver el partido de los Astros contra los Marineros de Seattle.
Es de lo más normal del mundo que estadios del primer mundo utilicen espacios aledaños que en ciertas horas son espacios muertos; que no generan alguna utilidad o empleo y además encarecen los servicios que se ofrecen a los clientes porque tras los grandes estacionamientos de Liverpool, Galerías y otros centros comerciales, requieren mantenimiento de jardinería, luminarias, señalética, electricidad y servicios de vigilancia en tiempos muertos o fuera de temporadas comerciales altas.
No se lo cuento, vea usted el mapa de los estacionamientos aledaños.
Y es que los yucatecos somos muy dados a rechazar todo aquello que sea “extraño” a nuestra forma de vida, pero somos los primeros en lucir en redes sociales, esos viajes al extranjero para acudir a un concierto de un artista favorito, así haya que pagar boletos de avión de ida y vuelta, hotel, renta de automóviles, comidas a precio de dólar ya que en Yucatán no existe la infraestructura necesaria para conciertos de cierta naturaleza.
En este momento, decenas de padres yucatecos y estudiantes con recursos ya separaron boletos para el concierto de Harry Styles; en el Ball Arena de Denver; o bien, habrán algunos jóvenes ya universitarios de todas partes del mundo que desde ahora ya habrán pagado un boleto para ver el concierto de Justin Bieber en Gila River Arena, en Glendale, Arizona. El concierto es para febrero de 2022, pero para separar espacio en el estacionamiento ya se puede pagar en línea desde este sitio Gila River Arena Parking
Como se puede observar, son recursos económicos que llegan por adelantado para cada evento y que se organiza con tiempo por medio de plataformas virtuales. Para el yucateco con una edad promedio de 50 años, acudir a un concierto en su tierra, incluso en el Coliseo, siempre ha representado un panorama distinto, muy localista, donde todavía persiste la idea de que ocupar un lugar es una suerte de “gana-gana” a ver quien llega primero, franelero y viene-viene incluido.
Pero esto no es así. Estuve en la rueda de prensa de presentación de dicho estadio y conversando con los especialistas, me refieren que el tema del parking o estacionamiento no sólo contribuye a dinamizar la economía de la zona donde funciona sino que en cierto modo, las hace más seguras y con mejores ventajas competitivas sobre otras zonas que no reúnen los requisitos para funcionar. Los empresarios locales, acostumbrados al lema gringo de “No Park No Sell”, confunden los conceptos tradicionales de la mercadotecnia comercial de una plaza tradicional a la mercadotecnia deportiva que funciona completamente de otra manera.
Hay quienes aluden, en corrillos empresariales sobre la famosa “Venta Nocturna de Liverpool”; como si la economía de hoy fuera la misma de hace dos años cuando estos dos últimos años de pandemia más del 80% de las ventas de este tipo y del propio programa del Buen Fin; fueron ventas en línea y no presenciales. Por otro lado, la campaña de Ven al Centro y Compra Seguro, funcionó únicamente porque el peatón podría sentirse más seguro caminando en aceras menos estrechas y evitar contagiarse.
En la década de los ochentas, cuando en el gobierno de Víctor Cervera Pacheco la oposición criticaba la promoción de grandes inversiones “tirando piedritas al mar” (frase que decía Ana Rosa Payán) ahora la sociedad reconoce la importancia de ese primer gran paso para que Yucatán salga del tercer mundo.
Pero el yucateco es así. Miedoso y aspiracional al mismo tiempo. Porque de alguna manera su pirámide de Maslow se invierte y su hambre de reconocimiento social no será la misma si postea en sus redes sociales un concierto desde #Yucatán que desde #Houston, a donde acudió, como cientos de familias con recursos, a vacunarse antes del inicio de clases.
Freddy Tejeda
Cuando inauguró el Centro de Convenciones Siglo XXI, se le calificó como obra faraónica innecesaria. Hoy era impostergable su ampliación y modernización y por ello, la administración pasada inauguró un Centro Internacional de Congresos que todavía da para más.
Y cuando inauguró el Estadio Carlos Iturralde Rivero y el estadio Kukulcán pasó a ser la nueva sede de los Leones de Yucatán, se criticó el derroche de recursos, pero el parque vehicular en el estado era menos de 50 mil vehículos y el estado no destacaba en ningún deporte más que en el box, hasta que las fieras obtuvieron el campeonato al mando de Romeo Magaña.
Hoy, cuando el gobierno del Estado no arriesga recurso alguno y necesita más que nunca obtenerlos para reactivar la economía de Yucatán tras los recortes de la federación y los azotes de los fenómenos climáticos del 2020 es necesario puntualizar que la politización por parte de grupos ligados a MORENA en torno al Estado Sustentable no puede descontextualizar la nobleza de un proyecto que apostó por Yucatán desde la iniciativa privada. Hay mucho oportunismo, pero poca visión a futuro.
¿Cómo serán los beneficios para los vecinos de la zona? Corresponde a los empresarios explicarlos con puntualidad. Sin embargo desde el punto de vista del gobierno del Estado sería una irresponsabilidad no apoyar una inversión como en su momento Rolando Zapata lo hizo con el Grupo Modelo cuando decidió abrir su planta en Yucatán. Ciertamente son modelos distintos de generación de empleo, pero en el caso del Estadio Sustentable, la demanda se reparte mejor con empresarios locales invitados a participar en este gran proyecto.
Cuando en el gobierno de Patricio Patrón se construyó el hospital de Alta Especialidad en Altabrisa, los vecinos de la colonia Maya, que siempre fueron apoyados por el gobierno municipal de Ana Rosa Payán Cervera pasaron de ser dueños de tienditas de la esquina, a hoteleros, rentadores de predios, restauranteros, barberos y hasta confeccionadores de uniformes para hospitales. Compruébelo usted mismo. Con nuevas vialidades, hoy, no escuchamos quejas de los vecinos de las privadas que viven cerca de un hospital regional pero que tienen a la mano decenas de plazas comerciales que han ido creciendo con el paso del tiempo.
La campaña a la presidencia municipal de Mauricio Vila en el 2015 hablaba de “Mérida Sigue Adelante” con una brújula conceptual a largo plazo que incluía modificaciones al Plan de Desarrollo Urbano y la Mejora Regulatoria. Sin esos dos elementos, aunados a la seguridad, seguramente los empresarios que hoy arriesgan todo por el Estadio Sustentable en Yucatán se hubieran ido a otro lugar…y nosotros, como siempre, dispuestos a pagar en dólares para ver a nuestros artistas favoritos. ¿Verdad que sí?
(Freddy Tejeda)