Desde esta semana, la mayor parte de la flota pesquera de mediana altura ha comenzado a zarpar de viaje rumbo a altamar por los próximos 15 o 20 días, en lo que será el último viaje de captura de pulpo para este año, ya que, con la entrada en veda de la especie, los hombres de mar tendrán que dejar de lado su interés por el molusco y concentrarse en otras pesquerías, a fin de darle tiempo al octópodo de reproducirse para mantener los niveles de biomasa de la especie.
De acuerdo con el empresario, Manuel Sánchez Gonzales, la actual “pulpeada” resultó poco favorecedora, contrario a los que se esperó al principio, ya que, de acuerdo con el sector industrial pesquero del puerto, los índices de captura y almacenamiento que se registraron para este año estuvieron por debajo de los niveles conseguidos en años anteriores, situación que se conjugó con bajos precios en el mercado, lo que impactó al principio de la temporada y que, poco a poco, fueron recuperando terreno hasta colocar el precio cerca del límite de los 100 pesos, permitiendo al menos tener un poco de ganancias.
En este último viaje de captura, los pescadores ven la oportunidad de conseguir mejorar sus niveles de ingreso, esperando que, en conjunto con los precios más estables, consigan remuneraciones favorables, a fin de poder tener un cierre de temporada positivo y, con ello, un cierre de año con suficiente dinero para poder solventar los gastos de las festividades navideñas.
Se espera que la llegada del último barco durante este periodo de captura esté entrando entre el 15 y 16 de diciembre, esto con el objetivo de respetar los plazos establecidos como periodos de veda del molusco, y, así, favorecer a la reproducción de los organismos, dejándolos descansar para la reapertura de la pesquería en el 2024.