Ciudad de México, 15 de mayo de 2024 (Agencias).- México es el líder entre los países de América Latina en número de empresas familiares grandes, identifica un estudio del Banco Mundial.
La investigación “Perspectivas Económicas de América Latina y el Caribe 2024“, establece que las organizaciones familiares aportan como mínimo 90% de los ingresos del segmento empresarial en el país.
En América Latina en promedio, 22% de las corporaciones que cotizan en bolsa y 28% de las grandes empresas (entre 100 y 5 mil empleados) son de propiedad familiar.
Para el BM, la condición no es tan positiva porque estas empresas ejercen un poder económico e influyen en el diseño de políticas públicas.
“Si un gobierno cree que una regulación o política llevará al sector empresarial a recortar sus inversiones, perjudicando el crecimiento económico y la generación de empleo, podría revocar la medida”, dijo.
Enfatizó en la importancia que tienen los organismos reguladores de competencia para evitar que estas empresas caigan en malas prácticas y ejerzan su poder de mercado.
“La ausencia de organismos de competencia eficaces está relacionada con la manera en que el poder empresarial se concentra en la región.
“Un buen ejemplo, es el sector de las telecomunicaciones en México, donde la concentración y la fijación oligopólica de precios están muy bien documentadas.
“En un principio, ni la agencia de competencia ni el regulador sectorial pudieron controlar el poder de monopolio y se encuentra entre las 50 compañía más grandes.
“La amenaza de fuga de capitales o de desinversión aumenta la influencia empresarial en el diseño de políticas” destacó el organismo internacional.
En este sentido, añadió que las reacciones al comportamiento empresarial a menudo son anticipadas.
Pues, los gobiernos abandonan propuestas de política por miedo a generar desinversiones, incluso antes de ser adoptadas.
“Los líderes empresariales se aprovechan de este poder cuando afirman que ciertas políticas provocarán desinversiones.
“Es más probable que los gobiernos se preocupen por una reducción de las inversiones empresariales si se acercan elecciones o si el desempleo es elevado”, advirtió el organismo.
Por ejemplo, Telmex y demás empresas gigantes de telecomunicaciones son conocidas como “poderes fácticos”.
“Son jugadores poderosos capaces de diluir o evadir los controles a través de su interferencia sobre los tres poderes del Estado: legislativo, ejecutivo y judicial.
“La élite de las telecomunicaciones y los medios ha acudido al lobby sistemático en busca leyes favorables y ha utilizado el sistema judicial mexicano para obstaculizar a los reguladores”, afirmó. (Reforma, Excelsior)