A pesar de los drásticos recortes federales, la llegada de la pandemia por el Covid-19 y los desastres naturales, la promoción del estado como atractivo para la inversión turística e inmobiliaria contrasta con otras entidades del País que todavía buscan una receta mágica para salir de la grave crisis.
Un día después de anunciar nuevas medidas para la llamada Reactivación Económica Segura de Yucatán y luego de inaugurar el hotel Courtyard en Mérida, el gobernador @MauVila presentó en Valladolid importantes inversiones turísticas e inmobiliarias por 1500 millones de pesos.
También recalcó que la recuperación del empleo, respecto a la pandemia H1N1 que azotó al país en el 2009, de la cual Yucatán tardó muchos años en recuperarse; ahora con una pandemia más destructiva económicamente hablando, la recuperación del empleo en Yucatán avanza a buen ritmo, con 11,000 de los 25,000 empleos que se perdieron en el año 2020.
¿Esto qué significa?
Significa que en Yucatán, a diferencia de otros estados del País, las cosas se están haciendo de un modo distinto, pero eso a veces el sector empresarial, especialmente los nuevos líderes no se acuerdan ya porque estaban muy jóvenes o bien porque para esas épocas andaban en otros menesteres.
Para empezar, cuando era alcalde de Mérida, el actual gobernador impulsó una mejora regulatoria sin precedente a fin de evitar el desánimo en la inversión. Ojo, y todavía no había ninguna pandemia en aquel entonces. Se decía en el sector empresarial que Mauricio Vila era un obsesivo de la mejora regulatoria pero que hasta exageraba porque hablaba de cosas que para el empresario local, acostumbrado a la ganancia inmediata, no comprendía del todo.
También creó un Centro Municipal de Emprendedores para que la gente deje de acostumbrarse a la dádiva como única vía para la subsistencia. Y lo más importante, cumplió a los empresarios una vieja petición que otros gobiernos emanados de otros partidos, simplemente ignoraron por sexenios: la instalación de un Consejo Consultivo del Presupuesto tanto a nivel municipal como a nivel estatal. ¡Cuántas veces no cubrimos ruedas de prensa de Nico Madahuar en su calidad de presidente de la CCE para oír estas peticiones!
Decía Nico Madáhuar en todos los eventos:
De eso ya no se acuerdan los nuevos empresarios. Pero mucho de lo que pedían porque nadie les hacía caso, fue cumplido durante la gestión de Mauricio Vila como gobernador o bien como alcalde.
Tuvo que venir una pandemia, un gobierno federal con otra ideología que cercenó gravemente los recursos al gobierno del Estado al grado de reducirle tres cuartas partes de lo que manejaba en el 2018; tuvieron que venir dos huracanes y varias tormentas tropicales para poner a prueba un andamiaje legal, administrativo y de gobernanza que hoy en Valladolid, Progreso, Tizimín y Mérida, están dando mucha velocidad a la recuperación económica de Yucatán.
La inversion de 1500 millones de pesos equivale quizá al presupuesto anual del Ayuntamiento de Mérida. Pero también es apenas una cuarta parte de los 6 mil millones que el gobierno federal dejó de enviar a Yucatán desde el 2019.
Hace tiempo que en Yucatán no se oían buenas noticias. Porque durante el 2020 y parte del 2021, únicamente escuchamos pleitos mezquinos de un sector del empresariado que antes de velar por la salud física y económica de los yucatecos, únicamente buscó su propio bienestar.
Los hechos hablan por sí solos. ¡Ah! Y les digo una cosa: no soy lambiscón de nadie, pero tengo más de 35 años cubriendo eventos empresariales como para no saber la diferencia entre gobierno y gobernanza, entre administración y gestión, entre ser popular y ejecutivo para resolver los problemas.
Yo soy Freddy Tejeda, si te gustó mi columna, compártela, y no te olvides que la pandemia sigue. ¡Cuidémonos!