El deporte ha sido un medio noble para encontrar la conexión que puede ayudar a las personas a mejorar su rendimiento físico y emocional, al conectar puntos o temas en los cuales trabajar para comprender la parte positiva de la vida. César Iván Martínez Garza realiza esta labor tanto con adultos, como con niños.
Durante su participación en el programa “Salvemos una Vida”, que se trasmite los viernes de 11:00 a 12:00 horas por AMOR 100.1 FM de Grupo SIPSE, y bajo la conducción de Alis García Gamboa, abordaron el tema de prevención del suicidio.
El terapeuta, destacado entrenador y preparador físico, habló de la influencia positiva que el deporte puede tener en la vida de las personas.
Martínez Garza es un profesional en psicología, quien cursó parte de sus estudios en Estados Unidos, cuenta con una maestría en pedagogía y ha dedicado su vida a la conexión humana y la prevención del suicidio.
Durante su trayectoria de 23 años ha trabajado con niños, deportistas olímpicos, empresas y diversas instituciones brindando su experiencia en el aspecto psicoemocional.
A solicitud de Alis García, el experto explicó la dualidad del trabajo que realiza tanto en aspectos técnicos y tácticos como en la parte emocional y administrativa. Compartió su experiencia en la preparación física de atletas olímpicos y su labor como gerente general, explicando no sólo la parte técnica del rendimiento, sino también el componente humano.
El invitado explicó que el deporte es un medio para conectar con seres humanos, y su carrera ha evolucionado hacia el asesoramiento en empresas, centrándose en el lado humano y su influencia en el rendimiento laboral. Su enfoque ha abarcado a universidades, gobiernos, equipos de equitación y empresas nacionales.
Conexión humana
Uno de los aspectos destacados fue el tema de la conexión humana y cómo influye en la salud mental. En este sentido, Martínez Garza destacó la importancia del contacto físico, los abrazos y la cercanía emocional.
Al referirse al uso de la tecnología, subrayó que, aunque es útil, no puede reemplazar la conexión palpable y humana que se experimenta en el contacto físico. Al respecto, Alis García recalcó la relevancia de los abrazos y el contacto físico, especialmente en el ámbito familiar.
César Iván compartió su experiencia al regresar de Estados Unidos a México, y destacó la calidez humana que caracteriza a nuestra cultura. Hizo hincapié en que, aunque la tecnología nos conecta, un abrazo sigue siendo una forma insustituible de conexión humana.
La entrevista continuó con la reflexión sobre la importancia de la conexión humana en la prevención del suicidio. Se destacó que el contacto físico, la expresión de emociones y el apoyo emocional son fundamentales para la salud mental, al tiempo de hacerse un llamado a la sensibilidad y al reconocimiento de la importancia de estas conexiones en la sociedad actual.
Alis García recordó los teléfonos de ayuda de “Salvemos una Vida”, son el 9999453777 y el 075, los cuales siempre están disponibles, y reiteró la importancia de buscar apoyo en momentos difíciles.
Poder transformador
Martínez Garza insistió en la trascendental importancia del contacto humano, especialmente el poder transformador de un abrazo, y afirmó que varios estudios resaltan la necesidad de este gesto afectuoso para establecer la confianza y crear vínculos esenciales, desde la infancia hasta la edad adulta.
Mencionó que los expertos han evidenciado que la falta de este contacto, especialmente en los primeros momentos de vida, puede llevar a una desconexión con la familia y la comunidad.
“Cuando un bebé nace, los médicos recomiendan que la madre lo abrace, marcando así el inicio de la conexión entre ambos. Este primer contacto sienta las bases para la seguridad emocional y el desarrollo saludable del niño”, indicó el invitado.
En este contexto, destacó la responsabilidad de los adultos en enseñar el valor de estas conexiones a las generaciones más jóvenes. “Palabras afectuosas, abrazos, cariño y expresiones simples, como ‘te amo’, son herramientas poderosas para transmitir este mensaje de conexión y afecto”.
Por su parte, Alis García subrayó que esta seguridad que brinda el contacto físico proporciona a los niños un sentido de pertenencia y confianza en su hogar y familia. “Aunque los padres puedan llegar cansados del trabajo, ese abrazo al llegar a casa tiene un impacto significativo en la percepción del niño sobre la vida y la seguridad en su entorno”.
“Los adultos, y en particular los padres, tienen la responsabilidad de abrazar a sus hijos. No se trata simplemente de cumplir un protocolo, sino de brindar un ‘apapacho’, un abrazo que transmita seguridad y amor. El abrazo debe ser completo, abrazando por arriba, ya que este gesto proporciona una sensación de seguridad a los niños”, dijo César Iván.