Con una inversión de mil millones de pesos, “Contenedores especializados de América” otorgará 500 empleos directos, con técnicos altamente capacitados. Se instalará en Tetiz, y tendrá la capacidad para fabricar 20 mil contenedores al año.
Mérida, Yucatán, a julio de 2020.- En Yucatán se construirá la primera fábrica de contenedores marítimos de México, anuncia Antonio Walker Olvera, quien junto con su hermano Jorge e inversionistas estadounidenses ultiman los detalles de este proyecto.
El 80 por ciento del comercio internacional se mueve vía marítima, en contenedores. El 95 por ciento de estos recipientes de carga se fabrican en China. En el continente americano, el principal proveedor es una fábrica con sede en San Francisco, California. Antonio y Jorge Walker Olvera tienen una experiencia de más de 40 años en la industria del acero.
La fábrica yucateca no sólo sería la primera en el país, sino uno de los proveedores clave para la costa Este de Estados Unidos, en particular, y el océano Atlántico, en general.
La inversión del grupo formado por los hermanos Walker Olvera y sus socios asciende a los mil millones de pesos, y generará 500 empleos directos, principalmente de técnicos altamente capacitados, con sueldos superiores a los veinte mil pesos mensuales.
La fábrica, cuyo nombre será “Contenedores especializados de América”, se construirá en el municipio de Tetiz, en un terreno de 15 hectáreas, y ahí se fabricarán productos equivalentes a 5 mil toneladas al mes; en términos anuales, se producirán 20 mil contenedores al año.
Para poner un ejemplo, explica Antonio Walker, en MetalTec —compañía también de él y de su hermano Jorge— se producen mil toneladas de acero al mes. La estructura de un supermercado de amplias dimensiones requiere 350 toneladas.
Es decir, MetalTec tiene la capacidad de erigir casi tres de estos grandes almacenes en un mes. La fábrica de contenedores proyectada para Tetiz podría fabricar las estructuras de casi 15 supermercados, también en un mes.
La primera fase de la construcción de la fábrica “Contenedores especializados de América” contempla una nave industrial de 14,400 metros cuadrados y el desmonte de 30 mil metros cuadrados. En esa primera fase se ofrecerán 200 vacantes de soldadores certificados y 50 asistentes de soldador, 30 ingenieros mecánicos, 15 inspectores de control de calidad y 10 administradores.
Aunque este proyecto se comenzó a gestar antes de la irrupción del Sars-Cov-2, fue precisamente la pandemia lo que reveló la pertinencia de una fábrica de contenedores en un sitio estratégico como Yucatán. Al ser China el principal proveedor de estos recipientes, se rompió la cadena de suministro de los mismos.
Las constantes interrupciones en las fábricas del país asiático ocasionaron un desabasto mundial, que ocasionó una crisis sin precedente en el comercio mundial. Muchísima mercancía se quedó varada en los puertos por no tener un espacio adecuado para ser transportadas.
Diversos sectores se han visto afectados en todo el mundo: el automotriz, cuyas ventas registraron un desplome con el atraso de piezas clave para las unidades que no se pudieron transportar de una nación a otra, y el de la electrónica, por motivos similares. Esta situación no tendrá una pronta solución.
La puesta en marcha de la fábrica de contenedores marítimos en Yucatán se convertirá en una opción viable para el intenso movimiento de mercancías.
También garantiza la viabilidad de este proyecto las oportunidades que brinda en este rubro el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, hasta ahora desaprovechadas. De la misma manera, el proyecto de ampliación del Puerto de Altura de Progreso, con el que se podrán recibir barcos de carga de hasta 100 mil toneladas mejorando las condiciones de logística e incrementando las ventajas competitivas de Yucatán y cruceros de hasta 8 mil pasajeros.
Además de los contenedores estándar para el comercio marítimo, la factoría que se instalará en Tetiz fabricará otros especiales para hacer oficinas y casas, con la ventaja que se podrán instalar en un tiempo reducido e, incluso, trasladar de un lugar a otro.
Este uso a los contenedores es relativamente nuevo, recuerdan Antonio y Jorge Walker Olvera. Tiene su origen en Estados Unidos, donde el precio de la vivienda ha crecido de manera desproporcionada con el de los sueldos. Ante esta crisis, muchos encontraron en las viviendas fabricadas con contenedores una solución.
Al fin y al cabo, son piezas uniformes, con capacidad para soportar mucho peso: los barcos que transportan estos grandes recipientes los apilan en torres de diez. Son fabricados con acero, y su piso tiene madera, pero están completamente sellados con material aislante, por lo que resisten tanto el frío como el calor.
Las opciones son infinitas: oficinas, restaurantes, viviendas de una a diez piezas. “Incluso, precisamente en China, construyeron en cuestión de semanas un hospital completo de contenedores, en uno de los momentos álgidos de la pandemia del coronavirus”, ejemplifican los hermanos Walker Olvera.
Edificaciones prefabricadas, tan sencillas de instalar como inmensas piezas de lego, resistentes incluso a huracanes y completamente sustentables, al estar preparadas, desde su diseño, para contar con paneles solares. Y muchísimo, muchísimo más baratas. Y fáciles y rápidas de construir.
El proyecto de la fábrica “Contenedores especializados de América” fue anunciado recientemente en un acto oficial, en el que se revelaron además otros proyectos de inversión. El evento se realizó el pasado miércoles 22 de junio.
En éste, Antonio Walker Olvera, en representación de los empresarios que dieron a conocer sus planes, señaló que están dispuestos a seguir invirtiendo y apostando por Yucatán para generar más y mejores empleos debido a que “es un estado que garantiza certeza jurídica”.